Adjetivos para describir personajes
(aspecto físico):
Cara: ancha, rolliza,
afligida, cuadrada, desconfiada, chupada, dulce, dura, castigada, confiada,
endurecida, triste, expresiva, fina, fresca, delgada, redonda, salvaje, seca,
simpática, tranquila, inexpresiva, jovial, larga, ...
Frente: amplia,
arrugada, baja, estrecha ,lisa, abombada...
Ojos: ausentes, bajos,
azulados, concentrados, despiertos, impenetrables, inexpresivos, intensos,
maliciosos, negrísimos, serenos, soñadores, tiernos, tristes, vivos...
Nariz: aguileña, chata,
amplia, redonda, fina, larga, puntiaguda, recta, torcida...
Boca: fina, fresca,
grande, dura, pequeña, redonda, besucona, habladora... (puedes utilizar también
complementos preposicionales: boca de fresa, boca de piñón, boca de cereza...)
Cuello: corto, fino,
grueso, elegante, largo...
Dientes: alineados,
blancos, amarillentos ...
Mejillas: rollizas,
deshinchadas, hinchadas, redondas, rudas, suaves, blandas, rojas ...
Labios: estrechos,
finos, grandes, herméticos, delgados,sensuales...
Pestañas: espesas,
largas, negras, claras, rizadas...
Cejas: arqueadas,
espesas, gruesas, juntas, delgadas, separadas...
Orejas: grandes,
largas, redondas, pequeñas...
Color: pálido, rosado,
albino, moreno, ceniza, amarillento, blanquecino, aceitoso, bronceado, tostado,
aceitunado, oscuro...
Cabellos: abandonados,
brillantes, sucios, castaños, rizados, cuidados, finos, sedosos, grasos, lisos,
negros, ondulados, rubios, desordenados, ásperos, ensortijados...
Manos: ágiles, blancas,
cálidas, rugosas, delicadas, finas, torpes, grandes, gruesas, rudas, jóvenes,
sensibles...
Piernas: delgadas,
gruesas, enclenques, flacas, fuertes, secas, rechonchas, robustas...
Aspecto general:
alto/a, atlético, bajo, robusto, corpulento, ligero, esbelto, delgaducho, nervioso,
débil, firme, fuerte, gordo, ágil, deportivo, joven, maduro, flaco, delgado,
viejo, sano, macizo, trabajador...
Vestido: sencillo,
sofisticado, discreto, elegante, pobre, abandonado...
Adjetivos para
describir el carácter.
Afable, alegre,
antipático, apasionado, atento, atrevido, serio, trabajador, educado,
ingenioso, exigente, entusiasta, generoso, estúpido, extravagante, inexpresivo,
listo, malhumorado, malicioso, mentiroso, gruñón, valiente, burlón, despierto,
feliz, fiel, honrado, listo, presumido, desvergonzado, miedoso, bruto, confiado,
contestatario, conformista, cobarde, culto, grosero, chiflado, sensato, sereno,
serio, simpático, sincero, sociable, solitario, soñador, decidido, desordenado,
divertido, iluso, insolente, inteligente, orgulloso, rebelde, risueño,
sensible, triste, tímido, extrovertido, introvertido, agradable, arrogante,
atrevido/a, cariñoso/a, confiado/a,cortés, educado/a ,egoísta, entrometido/a,
gracioso, grosero/a, idealista ,ingenuo/a ,listo/a ,leal ,perezoso
,pesado ,sociable ,terco/a ,tímido/a,tonto/a
,trabajador/a ,etc
Sugerencias
para hacer la descripción. Procura ser ordenado/a.
- Hay que
decidir que personaje vamos a describir. Puede ser fantástico o real.
- Es necesario
hacer una selección de los datos que conocemos de nuestro personaje.
- Escribimos
las impresiones que primero se nos ocurren al pensar en la persona que va a
describir. Incluimos no sólo los aspectos físicos más notables sino también los
rasgos de personalidad y de comportamiento que te parezcan importantes para
caracterizarlo. Muchas veces se necesita hacer referencia al medio en el que
vive el individuo, a su profesión o sus hábitos de vida para completar el
retrato.
- Reflexiona un
poco sobre lo que acabas de escribir y decide si tu opinión sobre ese ser que
deseas retratar si es positiva o negativa o simplemente neutra. Si lo
consideras merecedor de respeto o no, si lo admiras, si lo quieres o no.
- Elige las
características que te parezcan más representativas para lograr que el lector
se dé cuenta de cuáles son tus sentimientos sobre ese personaje.
- Incluye
formas de pensar, creencias, inquietudes, gustos, etc.
- Intenta
incluir adjetivos que desconoces e incorporarlos a tu vocabulario y utiliza
comparaciones.
Ejemplo.
Retrato del Conde Drácula
La nariz aquilina le daba un perfil realmente de águila. Tenía
la frente alta y abombada; los cabellos, escasos en las sienes, eran abundantes
en el resto de la cabeza; las pobladas cejas casi se unían sobre su nariz y eran
de pelo tan hirsuto y espeso que parecían rizadas. La boca, al menos la parte
que veía bajo su largo bigote, tenía una expresión cruel y sus dientes,
deslumbrantes de blancura, eran particularmente puntiagudos, sobresaliendo de
los labios; estos eran de un rojo muy vivo, señal de una vitalidad realmente
extraordinaria para un hombre de su edad; sus orejas eran pálidas y terminaban
en punta; el mentón era ancho, señal de energía, y sus mejillas, aunque
hundidas, eran firmes. La impresión que dejaba su rostro era la de una
sorprendente palidez.
Antes me
había fijado en sus manos y a la luz de la lumbre me habían parecido blancas y
finas, pero al examinarlas más de cerca pude comprobar que, contrariamente a mi
primera impresión, eran bastas, anchas, de dedos cortos y gruesos. Por extraño
que pueda parecer el centro de la palma estaba cubierto de vello; no obstante,
sus uñas eran largas y finas y las llevaba cortadas en punta. Cuando el conde
se inclinó hacia mí hasta casi rozarme no pude reprimir un estremecimiento.